Llegan 2 boletas de gas, rua Santa Clara, Rio de Janeiro...marzo y repetida la de febrero, acostumbrada a mi pais (Argentina) y siendo originaria de alla, no hice mas que quejarme con el dueño del apartamento de los errores burocraticos, de la perdida de tiempo que ello me iba a demandar ya que ya habia pagado el mes pasado, y menos si no cocino, tipico de estos nuestros paises poco disciplinados...
Tratando de adaptarme a esta idiosincracia de personas felices y propias de un pais que se esta posicionando entre las 5 primeras potencias, paso por la empresa de gas, con el mal humor tipico argentino y pronta al confronte.
Un guarda paraguas me recibe, mas una mesita con un termo con cafe caliente y agua, mientras la computadora me daba la seña, todo automatizado, sillas muy confortables, con un filme de fondo en una tv me acojieron en la espera de solo 15 minutos
En el escritorio, un formulario de como fue el atendimiento mientras pesquisaba mi situacion la funcionaria.
No eran 2 boletas, me estaban devolviendo dinero porque use menos gas del promedio de meses anteriores
Cada dia me sorprendo mas de vivir en este privilegiado pais
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